lunes, 9 de abril de 2012

FORTALECIMIENTO DE CAPACIDADES Y ACONDICIONAMIENTO TURÍSTICO: UNA NECESIDAD IMPERATIVA
Por: Leandro Rojas Rueda

Con frecuencia observamos en muchos lugares del país, como pobladores y autoridades locales, entusiasmados por promover y difundir los recursos y atractivos turísticos que disponen en sus territorios, materializan su entusiasmo publicitando sus atractivos, sin que aún, tanto sus territorios como sus atractivos turísticos, estén acondicionados para recepcionar a los potenciales turistas. Hecho, que les puede acarrear un efecto multiplicador negativo, por los contratiempos y la decepción  que pueden llevarse los posibles visitantes; ocasionando una imagen negativa. Y, para revertir tal situación será doblemente costoso.

En otros casos, simplemente se paralizan,  no actúan ni población ni autoridades, permitiéndose el deterioro y destrucción de los recursos turísticos por acción del tiempo y la naturaleza, así como por la mano destructora del hombre. Inacción, que es producto del desconocimiento del valor que representan  dichos recursos, así como por la falta de conocimiento de la forma  como actuar para conservar y explotar económicamente dichos recursos.  Y, paradójicamente, muchos de esos pueblos sufren de muchas carencias.

El turismo es la actividad económica que ha generado mayor expectativa a nivel mundial en estas últimas décadas, dado a sus características de menor inversión y mayor generadora de puestos de trabajo, y por consiguiente, dinamizadora del proceso de desarrollo local, por su efecto de arrastre  sobre otras actividades económicas. De tal manera que ha despertado mucho interés en todas las naciones del mundo por captar el mayor número de turistas posibles, como alternativa  de mejora económica para sus países.

Esta coyuntura, indudablemente genera y exige mayor competitividad para el logro de sus propósitos. En tal sentido, cualquier iniciativa orientada  a captar el mercado emisor de turistas para vender los productos turísticos, debe pasar necesariamente por una etapa de planificación previa, a fin de articular todos los elementos y esfuerzos necesarios que contribuyan al proceso de desarrollo turístico de manera ordenada, integral y sostenible. Incluyendo la participación activa de todos los actores involucrados, así como de la población en general. Considerando, que la actividad turística involucra una serie de aspectos para lograr satisfacer las expectativas del turista, tales como:  los servicios públicos básicos (agua potable, alcantarillado, energía eléctrica, salud, limpieza ), seguridad pública, vías de acceso a los atractivos, infraestructura vial, medio ambiente, ornato público, precios justos, atención eficiente, hospitalidad, diversificación del producto turístico, calificación de los recursos humanos etc.

En consecuencia, es necesario mejorar las aptitudes  y actitudes tanto de pobladores como de autoridades para asumir la conducción del proceso de desarrollo turístico de sus territorios, con responsabilidad y criterio técnico, de manera consensuada y sostenible en el tiempo. Proceso que contribuirá a mejorar la calidad de vida de los pobladores del territorio, tanto por la implementación de la infraestructura básica, así como por la generación de puestos de trabajo que promueve la actividad turística por su capacidad dinamizadora sobre otras actividades económicas.

El contexto actual de la dinámica del turismo a nivel mundial, cuya tasa de crecimiento ha sido sostenido en los últimos 20 años  según la organización mundial del turismo – OMT, y la coyuntura de crecimiento económico que vive el Perú, sumado a otros acontecimientos como el caso de las Ruinas de Machupicchu, elegido como una de las maravillas del mundo, y el empoderamiento de la gastronomía como otro icono de la cultura peruana. Abre un abanico de posibilidades para el desarrollo y crecimiento de la actividad turística en el Perú. Por lo que resulta imperativo fortalecer las capacidades de gestión de los actores locales y autoridades.